Las evaluaciones de desempeño son instancias donde usualmente las jefaturas evalúan a sus trabajadores. Decimos “usualmente” porque dependiendo del modelo de la empresa, es posible encontrar evaluaciones de desempeño donde los trabajadores también evalúen a sus jefes o donde se evalúen entre pares.
La evaluación de desempeño es para identificar fortalezas y debilidades, definir metas y crear un plan de acción para mejorar. Esto permitirá no solo crecer como trabajadores, sino que también crecer como personas y apoyar en el desarrollo profesional de cada uno.
Usualmente se realizan cada 3 a 6 meses como una forma de medir el progreso y mantener la motivación. Así, el feedback continuo y constructivo llevará a una mejor toma de decisiones tanto para el rol del trabajador como para toda la empresa.
Sea que estés haciendo tu primera evaluación o necesites ajustar tu técnica, estos 3 tips te ayudarán a dar y recibir feedback en una empresa.
Recuerda que esto es una conversación, así que sé claro y ve directo al punto que quieres expresar. Puede que a veces algunas jefaturas se sientan mal al entregar puntos de mejora o feedback negativo, y opten por “esconderlo” entre las cosas que el trabajador hizo bien.
Sin embargo, al final del día, es crucial entregar la información y punto de vista con claridad.
Es importante, además, que los trabajadores tengan en cuenta que el objetivo es identificar áreas de mejora para continuar desarrollándose en su carrera y también brindarles un espacio para reconocer sus logros.
Como punto final, es clave brindarle al trabajador la oportunidad de compartir y expresar su experiencia laboral más reciente.
Este es un punto de partida crucial para definir nuevas metas para el próximo período y también entender un poco mejor cómo se alinean las expectativas del trabajador con la meta de la empresa.
Lo ideal es que lleves algunos meses tomando notas sobre el desempeño de tu equipo. La idea de la evaluación es poder hacer una revisión de los últimos meses, revisar cómo se cumplieron (o no) las metas planteadas y también revisar qué nuevas metas se pueden proponer o de qué forma se podría ayudar para que esta vez sí las complete.
Por lo tanto, tres cosas que sí o sí debes incluir son:
Todos estos comentarios deben incluir un plan de acción para que el trabajador pueda seguir avanzando.
Enfatiza el proceso: La evaluación es una revisión que toma en cuenta un viaje que pasa por lo que el trabajador hizo y lo que se esperaba, lo que logró y los próximos pasos a seguir. Por lo tanto, es importante que la conversación pueda entregar claridad sobre todos estos aspectos.
Si el trabajador sale de su evaluación sin comprender cuáles serán los pasos a seguir o qué hizo bien/no tan bien, entonces no se cumplió el propósito.
Algo que deberías evitar es no dejar espacio para hablar: La evaluación, como mencionamos antes, es una conversación.
Por lo tanto, tenemos dos interlocutores que hablan y se escuchan. Intenta hacer preguntas y dejar espacio para que el trabajador pueda repasar su trabajo previo o hacer preguntas sobre cosas que no le quedan totalmente claras.
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