El término “estrés laboral” es cada vez más común en nuestras conversaciones, sean virtuales o de pasillo. La pandemia trajo consigo cambios de paradigma que, para bien o para mal, han hecho que vivir estos tiempos de incertidumbre, trabajo remoto y trabajo híbrido haya sido estresante en diferentes medidas para los trabajadores.
Probablemente te preguntes: ¿Qué puedo hacer como empleador o jefe de área frente a esto?
La respuesta es sencilla: Comunicar de forma clara y oportuna.
Sí, suena muy simple, pero una buena comunicación puede reducir la sensación de incertidumbre y confusión, reduciendo los niveles de estrés dentro de tu organización.
Pero antes de solucionar el problema, entendámoslo:
El estrés laboral es el resultado de cuando las personas se ven enfrentadas a demandas y presión en el trabajo que no se equiparan a sus conocimientos, habilidades o descripción de su cargo, afectando su capacidad de sobreponerse a problemas que se presenten en el día a día.
Si bien la presión percibida como aceptable por un trabajador puede incluso mantenerlo alerta, motivado, capaz de trabajar y aprender, cuando esa presión se vuelve excesiva o inmanejable, conduce al estrés.
Normalmente esto empeora cuando los trabajadores sienten que no tienen apoyo ni feedback por parte de sus jefes o colegas, así como también la sensación de no tener control sobre los procesos de trabajo. El estrés puede, a largo plazo, dañar la salud de los trabajadores y el desempeño comercial de una empresa.
El término burnout fue acuñado en 1974 por Herbert Freudenberg en su libro “Burnout: The High Cost of High Achievement”, donde se define como un cuadro de estrés patológico. Sus principales manifestaciones son: agotamiento emocional, despersonalización y disminución del desempeño laboral.
En mayo de 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyó como parte de su lista de clasificación de los padecimientos más frecuentes, ocupando actualmente el lugar 11 en esta categoría.
La falta de atención a los síntomas de estrés puede ocasionar cuadros clínicos que, con el tiempo, se vuelven más difíciles de atender y provoca mayor ausentismo y menor productividad por parte de los trabajadores.
Uno de los principales factores (aparte de lo que hablamos anteriormente), es no lograr recuperar la energía tanto física como emocionalmente.
Si estamos saturados en el trabajo, descuidamos nuestras necesidades básicas, no llevamos una nutrición saludable, no descansamos lo suficiente, nos movemos poco, no tenemos tiempo para disfrutar con nuestros seres queridos o de nuestros hobbies y así formamos un círculo que nunca para.
Aunque no lo creas, los líderes pueden convertirse en héroes en este tema, ya que muchas soluciones están en sus manos.
Es importante tener en cuenta las necesidades de cada trabajador y estar constantemente entregando motivación y razones para que estén contentos en su lugar de trabajo y así puedan mejorar también su calidad de vida (si lo pasan mal, llegan mal a la casa y no tienen energía o ganas para disfrutar nada, ¿se entiende?).
Primero lo primero, recuerda que son personas, y las personas necesitamos descanso y a nuestros seres queridos, ¡deja que se tomen vacaciones más de una vez al año si lo piden!
Al ser una raza sociable necesitamos compartir con más personas… Potencia el trabajo en equipo y la unión de este (no solo dentro del trabajo). Potencia el trabajo, proyectos en equipo, pero también actividades en conjunto fuera de la oficina, los acercará aún más y el aire libre ayudará a botar el estrés.
No podemos negar que nos gusta sentirnos considerados y que le importamos a nuestros líderes, es importante que muestras apoyo, que les preguntes como están, que te intereses en su vida personal, así también los conocerás y sabrás cuando están pasando por un buen o mal momento, ayudándote a identificar cuánta carga darle (o quitarle).
Y, aunque no queramos admitirlo, todos tenemos un lado un poco competitivo, ¡úsalo a tu favor! Crea competencias sanas con premios o beneficios para que trabajen incentivados.
Es importante recordar que si no lo tratamos a tiempo, un estrés laboral podría terminar en depresión u otras enfermedades, es por eso que, como decíamos al inicio, una buena comunicación es la clave de las claves y en Talana podemos ayudarte.
Con nuestro módulo de Comunicaciones, ayudarás a que tus trabajadores puedan realizar sus tareas de mejor manera, que conozcan y se alineen con los valores de la empresa, que puedan informarse sobre las últimas novedades de otras áreas, al mismo tiempo que pueden contribuir con su opinión y feedback.
A través de nuestros canales de comunicación podrás hacer encuestas y tener una comunicación más rápida y directa, para mantenerlos al día y así estarán al tanto de cualquier cambio, evitando sorpresas y/o malos entendidos que se generan a través de rumores de pasillo.
¿Qué entendemos después de todo esto?
Comunicarse con el equipo es fundamental.
Y con Talana lo haces de manera fácil, ahorrando costos y tiempo.
Si te interesa, puedes cotizar acá.