Las empresas que logran atraer y retener talento hoy no lo hacen solo por ofrecer buenos beneficios, sino porque comprenden la experiencia del trabajador de principio a fin. Desde el primer contacto con la empresa hasta su último día, cada interacción influye en cómo las personas perciben su desarrollo, su bienestar y su sentido de pertenencia dentro del entorno laboral.
Mapearla se ha vuelto una prioridad para los equipos de recursos humanos, especialmente en un contexto donde la competencia por el talento es alta y las personas buscan experiencias laborales más humanas, flexibles y coherentes con sus valores.
El employee journey (recorrido del empleado), es el conjunto de etapas que vive una persona desde que conoce una empresa hasta que deja de formar parte de ella.
No se trata solo de procesos de selección o evaluación, sino de cómo se siente el trabajador en cada fase: cómo lo reciben, cómo crece, qué aprende y cómo se despide.
En la práctica, mapear la experiencia del trabajador permite:
En Chile, este enfoque gana fuerza porque las empresas entienden que la experiencia del empleado tiene un impacto directo en los resultados del negocio. Un proceso de incorporación poco claro, una comunicación interna confusa o la falta de desarrollo profesional pueden afectar la satisfacción, el compromiso y la retención de talento.
Antes de comenzar, es importante tener claro para qué se quiere mapear el journey:
¿Buscas mejorar la retención, optimizar el onboarding o fortalecer la cultura interna?
Establecer el propósito permitirá enfocar los esfuerzos en los momentos que realmente generan impacto y construir un employee journey map útil y accionable.
Cada empresa tiene su propio ciclo de vida del trabajador, pero en general el journey mapping se compone de seis fases:
Visualizar estas etapas ayuda a detectar emociones positivas, fricciones y oportunidades de mejora dentro de la gestión del talento.
El mapa debe basarse en datos reales, encuestas, focus groups o resultados de clima laboral son fuentes clave para entender la experiencia positiva (o negativa) de los equipos.
Preguntas como:
Permiten descubrir lo que realmente valoran las personas y fortalecer una cultura basada en la escucha y la confianza.
Dentro de cada etapa hay instantes decisivos que definen la experiencia laboral, el primer día, la primera reunión con el líder, el feedback anual o el cierre de un proyecto.
Mejorar estos momentos genera un cambio tangible en el compromiso. Por ejemplo, automatizar la bienvenida y permitir que el colaborador firme digitalmente sus documentos reduce la ansiedad del primer día y refuerza una imagen ordenada.
Con el mapa completo, llega el momento de actuar.
Define acciones concretas para cada punto de mejora: crear un programa de mentoring, ajustar la frecuencia del feedback o incorporar herramientas digitales que agilicen procesos.
Para medir el impacto, establece indicadores como:
Un employee journey map bien diseñado se convierte en una guía viva que orienta la gestión de personas hacia la mejora continua.
Cuando las personas viven una experiencia coherente con lo que la empresa comunica, se fortalece la confianza, la motivación y el sentido de pertenencia.
Según un estudio de McKinsey & Company, los empleados que viven una experiencia positiva tienen 16 veces más compromiso que quienes experimentan una negativa y son 8 veces más propensos a permanecer en la empresa. Este dato demuestra que una gestión estratégica del recorrido del empleado no solo mejora la percepción individual, sino también la estabilidad y el rendimiento de los equipos.
Además, una experiencia de empleado bien gestionada impulsa la retención de talento y fortalece la reputación de la empresa como un excelente lugar para trabajar. En un mercado competitivo como el chileno, esta coherencia entre cultura y experiencia se convierte en una ventaja que eleva la eficiencia y sostenibilidad de la gestión de personas.
En Chile, muchas compañías están impulsando la transformación digital de sus áreas de recursos humanos para fortalecer la experiencia del trabajador y acompañar cada fase del employee journey.
Integrar tecnología en la gestión de personas permite automatizar tareas, conectar mejor a los equipos y mantener una cultura organizacional coherente, humana y sostenible. Esta digitalización no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también impulsa una gestión centrada en el bienestar y el desarrollo del talento.
Su impacto se refleja en todo el recorrido del trabajador:
De esta manera, la tecnología se consolida como una aliada estratégica para que los líderes se concentren en lo esencial: acompañar, inspirar y construir relaciones de confianza en entornos laborales más dinámicos, sostenibles y con una gestión de personas eficiente.
La tecnología se ha convertido en un pilar clave para fortalecer la gestión de personas y mejorar la experiencia del trabajador. Permite conectar datos, optimizar procesos y ofrecer una visión integral del ciclo laboral.
Talana, acompaña a las empresas en su proceso de transformación digital en recursos humanos, ayudándolas a mapear el employee journey y construir experiencias laborales coherentes y significativas. La plataforma de gestión de personas permite:
Así, el employee journey map se convierte en una herramienta estratégica para alinear personas, procesos y tecnología, impulsando una gestión del talento más eficiente, humana y sostenible.