Medir el desempeño laboral de una empresa es clave para la toma de decisiones, y así poder detectar las fortalezas y debilidades.
En general estas se realizan cada 3 a 6 meses como una forma de medir el progreso y mantener la motivación en los equipos, pero es posible que con el teletrabajo, el trabajo híbrido y otros temas en tu empresa hayan dejado de hacerlo. Sin embargo, mantener un registro del clima laboral y desempeño es muy importante para hacer un seguimiento de cómo ha crecido una empresa y un trabajador dentro de esta.
Es una evaluación integral de cada trabajador y se realiza con el objetivo de ayudar a las organizaciones y a sus trabajadores, sin importar su cargo, a identificar fortalezas y debilidades durante un periodo de tiempo.
Esto entrega la oportunidad de recibir una retroalimentación del trabajo hecho y le permite buscar cambios para mejorar.
Se le llama evaluación de desempeño 360 ya que aparte de incluir la autoevaluación del trabajador, también se consideran las evaluaciones de sus compañeros, de clientes, de sus pares e incluso del líder directo.
Las evaluaciones anuales califican a los trabajadores según el cumplimiento de objetivos y resultados medibles, mientras que la evaluación 360 se centra en las competencias personales y profesionales del trabajador.
Algunas de las competencias más importantes que se pueden medir y evaluar son:
La finalidad de esta evaluación es poder darle al trabajador una retroalimentación que mejore su desempeño y comportamiento de manera objetiva, al contar con diferentes puntos de vista.
Esta herramienta traerá múltiples ventajas, que se verán reflejadas en el crecimiento organizacional y en la mejora del desempeño de tus trabajadores.
Algunos de los beneficios son:
Es importante transmitir seguridad en el proceso, para que sea un éxito y logres los resultados esperados.
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